Hace unos días una idea descabellada se plantó en mi cabeza. No se cómo ni por qué se me ocurrió hacer mermelada de tomate, de esa que hacía mi abuela. Así que me puse a acosar a mi madre y sobrinas hasta que me pasaron la receta, y luego las mil preguntas: ¿Y cómo la hago? ¿Y luego qué le pongo? ¿Y cómo se cuando ya está? Cabe destacar que en todos los años que viví con mi mamá jamás se me ocurrió ayudarle a hacer la famosa mermelada, mi trabajo consistía en llevar a pesar, a la tiendita de la esquina, los tomates pelados y picados para saber qué tanta azúcar se le pondría al dulce, y parenle de contar.
A la vuelta de los años terminé viviendo tan lejos de mi casa que quiero tener todos esos sabores y rutinas que tenía mi mamá. Me di cuenta que mi madre ya era "green" antes de que lo ecológico se pusiera de moda, que nadie le gana al reciclaje, que era de alimentación sustentable porque mataba las gallinas que ella criaba (práctica que yo siempre dije era inhumana, ¿para qué matar a una pobre gallina de rancho, habiendo tanto pollo bichi y anónimo en el mercado? Y ahora entiendo que no hay pollo más sabroso que el criado "free range", sin hormonas ni cosas raras, un pollo feliz que vivió con libertad, entiendo pero sigo comprando pollos anónimos porque eso de la matada y desplumada es algo para lo que todavía no estoy lista (ni estaré diría Don Teofilito).
Pero al grano, ayer en facebook una amiga, Vicky Bush, publicó el contenido de una bebida de manzana que por el tamaño y atractivo del envase va dirigida al consumo infantil. Da miedo que en menos de un vaso de "jugo de manzana" esté incluido el 100% de azúcar permitido en la dieta de un niño, suponiendo que ese niño pueda comer el equivalente a 2000 calorías diarias. Además del azúcar tiene sodio y otros componentes químicos y al final resulta que sólo el 1% de la bebida es jugo de manzana, que además viene de concentrado y por lo tanto es pura azúcar.
Cuando era niña en mi casa se tomaba agua fresca todos los días y refrescos en ocasiones especiales. Luego nos volvimos flojos y tomabamos más refresco cada vez, hasta que mi papá fue a dar al hospital. No fueron los refrescos los causantes de su enfermedad, pero igual desaparecieron de nuestra mesa por un tiempo y volvimos a usar las naranjitas, naranjas, mangos (y tengo una historia buenisima con los mangos, pero será en otro post) y limones que crecían en el patio, o cualquier fruta de temporada para hacer aguas frescas.
Aquí en Australia usan mucho los cordiales, o jarabes de frutas concentrados. Hace años los cordiales se hacían en casa y eran 100% naturales, ahora los encuentras en el super, son muy baratos, rinden mucho pero están llenos de conservadores, azúcar y colorantes. Mr. Iloveyou dice que por $3 es una ganga y que no vale la pena hacerlos en casa, pero ahora que voy a tener un bebé y seré responsable de su alimentación me está entrando el cargo de conciencia por tanto alimento procesado que consumimos porque nos hace la vida más fácil.
Con eso en mente me puse a googlear recetas de cordiales. El cordial favorito de Mr. Iloveyou se llama Berry Blast y nos lo descontinuaron. Así que me dio mucho gusto encontrar una receta de cordial de moras mixtas. No les voy a decir que esta receta es light y no lleva azúcar, pero cuando menos se qué es lo que me estoy tomando.
Ingredientes:
1/2 kilo de moras mixtas, pueden ser congeladas (fresas, frambuesas, moras, arandanos)
2 cucharaditas de ácido tartárico* (sustituir 2 cucharaditas de cremor tartaro por cucharadita de acido tartarico)
1/2 taza de jugo de limón
1 1/2 taza de azúcar fina (pueden moler azúcar normal en la licuadora o procesador)
1 taza de agua hirviendo
Poner las moras, a temperatura ambiente, en un tazón resistente al calor. Agregar el ácido tartárico, jugo de limón, azúcar y el agua hirviendo. Revolver hasta que el azúcar se disuelva. Colar el jarabe aplastando las moras contra el colador (Yo las hice pure con el procesador y luego las colé).
Guardar el cordial en un frasco de vidrio esterilizado (hervir el frasco y tapadera durante 10 minutos) y guardar en el refrigerador. Dura un mes en refrigeración.
*Ácido tartárico:El ácido tartárico es un acidificante y conservante natural (E-334). En la industria enológica puede usarse como corrector de la acidez del vino. Se utiliza a escala industrial, en la preparación de bebidas efervescentes como gaseosas. También se utiliza en fotografía y barnices y una variante conocida como sal de Rochelle (tartrato de sodio y potasio) constituye un suave laxante.
Un derivado del ácido tartárico es el tartrato de antimonio y potasio.
En algunas de sus formas, el ácido tartárico se usa como condimento para la comida, donde se conoce como cremor tártaro. Se utiliza en diversas recetas, especialmente en repostería y confitería para aumentar el volumen de masas y preparaciones haciéndolo reaccionar con bicarbonato para obtener un sucedáneo de fermentación; se usa también para estabilizar claras de huevo además de poder realizar Merengue y pasteles como Pastel del Diablo.
Así mismo, el ácido tartárico se puede utilizar como basura orgánica y fertilizante dentro de los laboratorios. (Wikipedia)
Resultado: Para servir, usar 1/3 de cordial y 2/3 de agua fría, hielo al gusto. Para mi gusto le faltó un poquito de azúcar, o será que estoy adicta a los sabores extra dulces de los refrescos comerciales. Por el jugo de limón sabe un poquito a limonada pero bien que quita la sed porque no es empalagoso. Creo que este berry blast natural se convertirá en el refresco de mi casa. ¿Se animan a probarlo?
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ResponderEliminarEl acido tartarico sirve para que el jarabe no haga grumos.
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